Los procesos independentistas en América se dieron en este período del año. Un buen momento para pensar el poder de las declaraciones y la fuerza de las palabras que pueden transformar el mundo con sólo proponérselo.
El Coaching Educativo podría evocar en el Mes de Julio el mes de la Declaración, ya que la primera oleada independentista en América inició sus procesos en este período o incluso, varios países firmaron sus actas de Independencia en esta época del año.
A efectos de la Ontología del Lenguaje, la Declaración de la Independencia que celebramos cada año, es un ejemplo concreto para analizar la fuerza de nuestras manifestaciones, de nuestras palabras.
DECLARACIÓN GENERATIVA
Las “Declaraciones” en su carácter “generativo” permiten no sólo cambiar el mundo, sino gestar uno que todavía no existe. La fuerza de la palabra transforma: lo que era ya no es y lo que decimos genera una nueva realidad.
En el Acta de Independencia firmada el 4 de Julio de 1776 por los representantes de los Estados Unidos – que tomamos como primer ejemplo -, los mismos manifiestan: “solemnemente hacemos público y declaramos: que estas colonias Unidas son, y deben serlo por derecho, Estados libres e independientes; que quedan libres de toda lealtad a la Corona británica, y que toda vinculación política entre ellas y el Estado de la Gran Bretaña queda y debe quedar disuelta; y que, como Estados libres o independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes”.
También citamos el Acta de la Independencia firmada por los representantes de las Provincias Unidas de Sud América el 9 de Julio de 1816 en la que sostienen: “declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias”.
Mirá También la nota anterior de Esther Peluffo sobre las Fiestas Patrias
ACCIONES CONSECUENTES
En ambas Actas mencionadas como ejemplo observamos una característica principal de las “Declaraciones”: Además de generar una nueva realidad – en estos casos, Estados/naciones libres e independientes –, la “Declaración” obliga a un “compromiso”, a tomar acciones consecuentes para alcanzar lo declarado. No basta con decirlo, sino que hay que actuar para lograr lo declarado. “Efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes”, escribieron en 1776. “Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia”, expusieron en 1816.
CREER QUE ES POSIBLE
Pero la Declaración cuenta con un estadio previo, tan fundamental como los dos mencionados: Para Declarar y Actuar, antes hay que “Creer” que es posible.
Aquellos que ambicionaron la independencia de los pueblos que representaban, creyeron que otra realidad era posible, que las condiciones coloniales que los sojuzgaban podían superarse y abrirse a una nueva realidad, a un mundo más justo para ellos. Se manifiestaron libres e independientes, a través de las actas independentistas. Esta es la base de la innovación. Antes que declararlo o actuarlo, hay que creerlo.
Todos los hombres hablantes y apasionados tienen la oportunidad de trascender, de transformar su situación a través de las acciones, sólo deben esforzarse en creer que es posible y declararlo posible.
Los caminos que se abren pueden ser extensos e intensos, pero principalmente son nuestros caminos elegidos, soñados, proclamados y construidos por nosotros mismos para que el mundo sea un tanto mejor.
* La Autora es Lic. Esther Peluffo, primera educadora coach de Argentina.
Lic. Esther Peluffo
Esther Peluffo es la primera educadora argentina en fomentar la cultura del Coaching Ontológico aplicada a la Educación formal de niños desde el nivel Inicial, Primario y Secundario en su país. Peluffo es Licenciada en Desarrollo Humano (A.I.U.)- USA; se formó como Coach Ontológica, certificada para el Desarrollo Personal y Cambio Cultural en las Organizaciones, por “The Newfield Group” y es Master Coach (AACP).
A partir de estos conocimientos, Esther Peluffo conformó una nueva pedagogía, la Pedagogía Ontológica, que desde 1994 aplica en el Colegio Dardo Rocha. Es la primera escuela en Argentina que tiene como objetivos primordiales el desarrollo del carácter y la personalidad en base al Coaching, la Educación para la Paz, la Mediación y el Liderazgo.
Asimismo, Peluffo fundó la Escuela de Coaching Ontológico (E.C.O.) para la formación de educadores – coach para toda Latinoamérica.
En su perfil editorial, la argentina Esther Peluffo escribió cuatro libros secuenciales “Cómo hacer que las cosas cambien I, II, III y IV” orientados a la promoción del coaching, la mediación, la educación para la paz, tanto para el desarrollo personal, educativo como empresarial.