Por Candela Mazzone
En una nota de opinión para Infobae, el magíster en Coach Profesional y director de la Escuela Latinoamericana de Coaching (ELAC), Daniel Rosales; hizo un análisis muy interesante acerca de las divisiones en la sociedad.
“En mi diaria actividad registro un fuerte hábito adquirido por la sociedad toda: y es el hábito de confrontar con el otro como forma de vida”, aseguró Rosales.
A lo que apuntó el especialista en su nota, es poder observar que: “en una confrontación de argumentos, ambos puntos de vista son juicios que surgen de la manera particular de ver las cosas de cada uno”. Es decir, es ver desde un punto particular, que ciegamente pretende ser el dueño de la verdad sin importar el resto.
Para entender un poco mejor a lo que se refiere, Rosales planteó un ejemplo muy sencillo acerca de las confrontaciones habituales, en donde el tema fundamental pierde su rumbo, por el solo hecho de que, ahora lo que importa es tener la razón. El ejemplo consiste en una conversación de una pareja, donde ambos desean construir la casa que sueñan como definitiva. En esa conversación encuentran diferencias fuertes: uno quisiera que la casa fuera de una planta, de estilo sencillo. El otro, en cambio, pretende una casa suntuosa, de dos o tres plantas, con excentricidades que demuestren el alto nivel de vida que llevan. Cada uno tendrá fundamentadas sus opiniones y pretenderá que el otro las entienda y adopte. “Aquí está el origen de la confrontación que tarde o temprano surgirá en la pareja: ambos quieren tener razón y el fin último quedó desviado: ya no se piensa en la casa, sólo en hacer entrar al otro en razones. ¿Y la casa? Quedó sin construir”.
La confrontación surge cuando se produce un choque de juicios. Hoy en día podemos observar constantemente rivalidades ideológicas, políticas, en donde ya no importa lo que dice el otro, importa ver quién es el dueño de la verdad. Estas escenas “son aquellas donde puedan exponerse puntos de vista confrontados, o qué piensa un político, artista, deportista de otro político, artista, deportista”. ¿Y Cuál es el resultado que se busca? Sin duda, profundizar las diferencias y acentuar la confrontación”, aseguró Rosales. Por eso, lo que justamente necesitamos es mejorar nuestra calidad de vida, nuestra forma de relacionarnos. Y aquí es donde aparece el Coaching ontológico, “el cual posibilita a las personas a reflexionar sobre las conversaciones, los estados emocionales y las disposiciones corporales que generan pensamientos, palabras, actos y hábitos que alejan a las personas de lograr lo que pretenden para sus vidas”.
Para que esto cambie, Daniel Rosales afirmó que la brecha se cierra “construyendo juntos desde lo que nos une, dejando atrás lo que nos separó históricamente”. Debemos encontrar la mejor forma de dejar de confrontar, para así mejorar la calidad de vida de todos los argentinos.
“Hagamos una sociedad para todos, recuperemos nuestra dormida capacidad de peticionar dentro del Estado de derecho, comprometámonos a ser embajadores de la no confrontación. El futuro depende del compromiso de todos, en cada familia, en cada grupo, en el trabajo, en la vida toda. Aprender a decir «no», pero sin confrontar”, finalizó.
Nota completa: http://www.infobae.com/opinion/2017/04/22/como-se-cierran-las-grietas-construyendo-desde-lo-que-nos-une/